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ELMAGAZINE

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Comida real

¡La comida real toma la palabra!


¿Qué es el Real Food?

El movimiento Real Food está en boca de todos. Un concepto tan puro y natural como la leche fresca o los tomates recién recolectados de la huerta. Es la comida real, la que está presente en la naturaleza y también la poco procesada, siempre y cuando su tratamiento no haya interferido de manera negativa en sus propiedades saludables.

El Real Food se encuentra en las antípodas de los ultraprocesados. Nada tiene que ver una patata con unas papas en bolsa de plástico. Y ojo, porque aunque esté de moda, no es una novedad, sino una reivindicación de la comida de toda la vida; lo natural. 



¡La comida real toma la palabra!

¿Cómo clasifican los realfooders los alimentos?

Establecen tres grupos de alimentos bien diferenciados. 

La comida real. Alimentos presentes de manera natural en la naturaleza, sin procesar. Los recolectados en campos de cultivos, los que dan los árboles, los animales o que habitan y crecen en los mares o ríos: 

Frutas.

Verduras, hortalizas y legumbres. 

Huevos.

Carne.

Pescado.

Leche.

Especias, semillas y cereales.

Grano de café.



¡La comida real toma la palabra!


Alimentos poco procesados, sanos y con alto contenido en nutrientes que han sufrido alguna leve transformación con el fin de hacerlo menos perecedero, saludable o sencillo de consumir. Su procesamiento nunca deberá interferir en su calidad. Hablamos de alimentos que suelen estar envasados en botellas, latas, paquetes u otro tipo de envases. 


Leche en brick. 

Yogures y lácteos.

Aceite de oliva.

Real Food al vacío.

Real Food congelada.

Legumbres de bote.

Gazpacho.

Chocolate negro.

Jamón ibérico de bellota.

Pan integral 100%.

Pescado enlatado.


¡La comida real toma la palabra!

Por último, el tercer grupo, el que según los seguidores del Real Food, deberíamos desterrar de nuestra dieta aunque, de manera excepcional, se pueden consumir. Se trata de los ultraprocesados. Productos insanos, artificiales, bajos en nutrientes, con alto contenido calórico, ricos en azúcares y grasas refinadas. Hablamos de… 


Bebidas azucaradas, energéticas y refrescos. 

Bollería industrial.

Patatas fritas y snacks.

Salsas envasadas.

Pescados y carnes procesadas.

Panes refinados.

Zumos envasados con azúcares añadidos o conservantes.

Pizzas industriales.

Comida precocinada.

Galletas y barritas energéticas.

Dulces y helados no artesanales.


¡La comida real toma la palabra!

¿Tendencia o evidencia científica?

Ambas. Es cierto que el Real Food está de moda, pero se trata de una tendencia saludable sustentada en datos científicos que avalan que reducir la ingesta de productos ultraprocesados y optar por “comida real” no solo mejora la calidad de vida, sino también la esperanza. Además, reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y enfermedades crónicas no transmisibles. Está de sobra demostrado que la ingesta de productos ulraprocesados favorece la obesidad, uno de los problemas nutricionales más candentes de esta década. Una tendencia que llega, para no pasar de moda.

¡La comida real toma la palabra!

Aprendiendo a comer

Los ultraprocesados se encuentran presentes en todas las esferas de nuestra vida diaria, tanto en los supermercados y máquinas de vending como en las revistas, la televisión e Internet. Miles de impactos diarios nos seducen con mensajes atrayentes sobre productos comestibles muy sabrosos, pero que hacen un flaco favor a nuestro organismo, pues no son considerados alimento.

¡La comida real toma la palabra!

Decálogo del bien comer

1. Bebe agua a cualquier hora del día.

2. Frutas y verduras a diario.

3. Come tranquilo, sin prisa, disfruta de la comida.

4. Todo lo que proviene de la naturaleza es saludable.

5. Come con moderación.

6. No te saltes comidas.

7. El calcio es fundamental. Apuesta por la leche y los lácteos.

8. Evita las salsas y apuesta por el aceite de oliva.

9. Destierra el fast food de tu dieta.

10. Date un capricho de vez en cuando.


¡La comida real toma la palabra!

Aprender a comer

Actualmente, España está entre los países europeos con mayor obesidad infantil. Un dato preocupante que puede agravarse si no se propicia un cambio de alimentación que fomente el consumo de alimentos naturales.

El siglo pasado marcó el inicio del fast food y el junk food. La comida rápida y la comida basura no han sido precisamente tendencias alimenticias que abanderen principios de una correcta alimentación saludable y nutritiva. Ya en los años 80 surgen tendencias como el slow food, en defensa de la comida sana y pausada. Esta década de los veinte se postula como el gran cambio nutricional hacia una alimentación natural y que tenga como objetivo reducir la obesidad por sus consecuencias negativas para a salud. Aprender a comer sano será la clave para conseguirlo.