El verano ya está aquí; los días se estiran perezosamente, el calor invita a refrescarse y tras un buen manjar, la esperada siesta bajo la sombra de un frondoso árbol. Esta época del año se convierte en un lienzo en blanco para realizar planes, planes de verano. Y en España no hay verano sin cine, ya sea en casa, al son del ventilador o a la intemperie; en los casi extintos cines de verano que tantas noches tórridas nos han acompañado.
Chocolat
Arrancamos este festín cinematográfico con un clásico que sabe a liberación y a chocolate picante. Una joven Juliette Binoche, interpreta a una enigmática y amable repostera que aterriza en un rígido pueblo francés con su chocolatería. Es la excusa perfecta para recordarnos cómo los pequeños placeres pueden transformar a una comunidad entera. No falta el chocolate caliente con guindillas, las trufas, los bombones y las tartas.
Una película que se saborea lentamente, ideal para una noche de verano en la que buscamos un toque de encanto y romance. Este verano puede ser un buen momento para experimentar nuevas combinaciones con nuestros postres como materia principal.
¿Qué tal una crema de chocolate belga con guindilla para despertar los sentidos?
Waitress
Si os gustan los dramas, entonces, Waitress, “La camarera”, es vuestra película gastronómica del verano. Una historia de superación de una mujer atrapada en una vida que no desea y que canaliza sus emociones a través de las tartas que cocina. Cada pastel es una página de su diario. Un relato inspirador sobre cómo la creatividad puede ser el mejor ingrediente para empezar de nuevo. Y es que, preparar un postre, es una terapia para combatir el estrés, la ansiedad, la tristeza, y cómo no, ¡la gula!
La Fábrica de Chocolate
Para los amantes del chocolate, no hay verano sin una dosis de fantasía y evasión. Y nada como volver a visitar la Fábrica de Chocolate de Willy Wonka, ya sea en su versión de 1971 o en la de 2005.
Hablar de Willy Wonka es hablar de un universo donde la repostería y la confitería trascienden de la mera alimentación para convertirse en arte, magia y, en ocasiones, en una peligrosa aventura. La visión de Wonka no es la de un simple chocolatero; es la de un inventor, un visionario que deconstruye los dulces para crear experiencias multisensoriales que desafían las leyes de la física y la lógica.
Una película que nos recuerda que nada es imposible y nos invita a despertar la creatividad en nuestras recetas estivales. ¿Te atreves a crear?
Vatel
Una película ambientada en la Francia del siglo XVII, narra la historia de François Vatel, el maestro de ceremonias y cocinero del Príncipe de Condé. El film se centra en los tres días en los que Vatel debe organizar una fastuosa recepción para Luis XIV. La gastronomía es el eje central de la trama. Vatel se dedica con obsesión a crear banquetes singulares, tanto en materia prima como a nivel artístico. Su relación con la gastronomía es de amor y entrega total; una extensión de su propia vida y un medio para alcanzar la perfección y el reconocimiento. Ese amor y entrega es lo que hace especial nuestras recetas. ¿Cuánto amor le dedicáis a vuestras creaciones culinarias?
Una pastelería en Tokio
Sin duda, uno de los dulces más famosos de Japón es el dorayaki, hilo conductor de una película que habla sobre la importancia de cocinar con mimo, el respeto por los alimentos y el valor del tiempo y la dedicación, para que le resultado sea digno de aplauso. Y es que, cualquier preparación debe convertirse en una ceremonia donde cada detalle cuenta. Estas vacaciones cocina sin prisa y disfruta del proceso.
Así que, mientras preparas la cesta con la cena y buscas el mejor sitio en la plaza del pueblo o en ese cine de verano todavía operativo, considera añadir estas películas a tu menú. Historias que nos recuerdan que la vida, como la buena repostería, requiere de pasión, paciencia y un toque de dulzura. Este verano, deja que la gran pantalla te sirva el postre.