Navarra es la puerta de entrada por excelencia al Camino de Santiago, pero la realidad es que, esta comunidad foral es un crisol de rutas jacobeas. Un cruce de caminos donde confluyen distintas rutas, cada una con su propia historia, paisajes y desafíos. Su diversidad de caminos convierte a Navarra en un destino ineludible para cualquier viajero, peregrino o senderista, pues ofrece una gran riqueza paisajística, cultural e histórica. ¿Nos acompañas a descubrirlos?
Es, sin duda, el camino menos conocido, pero no exento por ello de un encanto especial. Se trata de una alternativa tranquila y que cuenta con un gran atractivo natural. El camino jacobeo, que comprende algo más de 100 km, tiene su inicio en Bayona, Francia y cruza el valle de Baztán en Navarra. Se caracteriza por sus prados verdes y densos y por su arquitectura tradicional.
¡Lo que no te puedes perder!
Las cuevas de Urdax.
Elizondo. Capital del Valle del Baztán. Un entorno pintoresco y arquitectónico.
Maya (Amaiur). Un pueblecito testigo de la resistencia navarra.
Vestigios de la antigua calzada romana.
Y sus paisajes, tan diferentes al del camino francés. Una ruta que había quedado olvidada durante años y que vuelve a resurgir amén de su envolvente paisaje, sus caseríos y la arquitectura palaciega.
También conocido como Camino de la Calzada, cuenta con un gran valor paisajístico y lo conforman una treintena de pueblos a lo largo de 45 km. Desde el siglo IX hasta el XI era el camino utilizado por los peregrinos para llegar a Santiago. Se trata de una ruta salpicada de pueblos con encanto y leyendas que cuenta con todos los servicios para dormir, comer y desplazarse hasta él.
¡Lo que no te puedes perder!
Arbizu y Extxarri Aranaz.
El Monasterio de Zamartze, con historia jacobea.
Santuario de San Miguel de Aralar, con gran belleza natural y espiritual.
Sus paisajes de contrastes, entre el valle, las montañas y sus bosques de robles y hayas lo convierten en un enclave indefectible.
Su nombre ya lo indica, es una ruta que sigue el curso del río Ebro. Discurre por localidades como Cortes o Castejón, antes de conectar con el Camino Francés. Es una alternativa para los peregrinos o viajeros que desean un recorrido por zonas llanas y con un clima más mediterráneo.
¡Lo que no te puedes perder!
El castillo de Cortes.
Castejón. Un importante nudo ferroviario.
Tudela. Es la segunda ciudad de Navarra con gran interés cultural y gastronómico.
En sus paisajes predominan los cultivos de regadío, la huerta y la presencia constante del río Ebro.
Se trata de la ruta más solitaria de camino. Discurre por tierras aragonesas antes de adentrarse en la Comunidad Foral. En Puente la Reina, se une al Camino Francés que proviene de Roncesvalles, formando así una única senda hacia Santiago. Una opción con exquisita historia medieval, maravillosos bosques, praderas y pueblos con encanto.
¡Lo que no te puedes perder!
Sangüesa. Una ciudad con un notable patrimonio artístico, destacando la portada de la iglesia de Santa María la Real.
El Monasterio de Leyre. Un impresionante monasterio benedictino, con una cripta románica y una iglesia gótica.
Iglesia de Santa María de Eunate, en Muruzábal.
El Castillo de Javier y su fortaleza restaurada.
La Foz de Lumbier. Un monumento esculpido por la naturaleza.
Monreal. Un pintoresco pueblo con un puente medieval.
Cirauqui. Un pueblo medieval y su sierra de Lokiz.
Viana. Última localidad navarra antes de entrar en La Rioja, con una imponente iglesia de Santa María.
Los paisajes que predominan son prepirenaicos, con zonas de secano, colinas y pequeños valles.
La baja demanda de este camino puede deberse a las grandes nevadas durante el invierno que dificultan el camino o la escasa oferta de alojamientos en la ruta.
Es el más transitado de todos y comprende unos 200km de la comunidad foral. Este tramo es el inicio de la mayoría de los peregrinos internacionales y es la ruta que arranca en la Colegiata de Roncesvalles y atraviesa Pamplona, Puente la Reina, Estella y Los Arcos en dirección hacia La Rioja.
¡Lo que no te puedes perder!
Roncesvalles. Enclave histórico y espiritual, con su famosa Colegiata y albergue. Inicio de la peregrinación para muchos.
Pamplona: Capital de Navarra, una ciudad vibrante con un rico patrimonio histórico y cultural.
Puente la Reina y su puente medieval sobre el río Arga; una joya del románico.
Estella: Conocida como "la Toledo del Norte", con un impresionante conjunto monumental, incluyendo el Palacio de los Reyes de Navarra.
Y cómo no, sus paisajes, que van desde los densos bosques pirenaicos hasta los valles verdes, pasando por paisajes de secano y viñedos.
Cinco caminos con espíritu peregrino. Ya sea por la majestuosidad de los Pirineos, la serenidad de las llanuras, o la riqueza cultural de sus pueblos, cada uno ofrece una experiencia única en la travesía hacia Santiago, invitando al caminante a descubrir la profunda conexión entre la tierra, la historia y la fe que define esta ancestral ruta jacobea.