ELMAGAZINE
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Postres en compañía
Postres en buena compañía
Llegar al postre es todo un regalo para el paladar. Un cambio de sabores, texturas y aromas que despierta el lado más emocional. Pero si llegar al postre genera expectación en nuestros sentidos, acompañarlo con una bebida que complemente sus notas dulces, es ya, el culmen de la velada.
Sin duda, el postre es uno de los momentos más esperados tras una comida, pues cumple funciones importantes a nivel digestivo, de transición, o pausa, tras un opíparo menú. Pensar en un buen acompañamiento líquido es agradar, generar un buen recuerdo en el comensal y lo mejor de todo, la excusa perfecta para prolongar una velada en buena compañía.
Con café
La combinación por antonomasia del postre es el café. Una bebida que casa con casi cualquier receta postrera y que es la predilecta de la mayoría de los españoles.
Por ejemplo, el cortado se recomienda tomar con postres que lleven chocolate, ya que maridan a la perfección. Así que, con nuestra Crema de Chocolate Belga, la sensación en paladar es simplemente exquisita. ¿Lo habéis probado?
Con vino
Una copa de buen vino y un delicioso postre: una combinación de éxito. Pero, eso sí… ¡hay que saber escoger bien!
Los vinos blancos, por ejemplo, maridan a la perfección con unas buenas natillas, tanto de huevo y vainilla, como de huevo y caramelo.
Para combinar con frutas, en cualquiera de sus versiones, un tinto crianza. Pero, si hablamos de frutas muy cítricas, entonces, mejor escogeremos un vino espumoso.
Los helados
¿Y si combinamos un postre caliente y horneado con el frío de un helado? Gusta tanto a niños como adultos y en los últimos años se ha desestacionalizado. Todas las épocas del año son buenas para consumir helados ya sea en el postre, para merendar o tras una cena.
Si el postre lleva chocolate, escogeremos helados cremosos que vayan en línea con ese dulzor, como la vainilla o el dulce de leche. Aunque si lo que queremos es darle un punto ácido, optaremos por helados caseros con notas afrutadas que lleven naranja, maracuyá, mango, ciruela o frutos rojos.
Los licores
Y acabamos con las propuestas de toda la vida, las que nunca pasan de moda.
El pacharán
El pacharán es una bebida alcohólica oriunda de Navarra. Desde la Edad Media, las bayas del endrino se maceran en anís, de ahí su color rojo tan característico. De sabor dulce y afrutado, funciona como digestivo durante el postre o después de él. Es una maravillosa compañía para unas trufas, un trozo de bizcocho o un tarro de cremoso yogur de oveja con frutos rojos… ¡Delicioso!
El Orujo
Propio de Galicia, este aguardiente se sirve frío, aunque su nombre indique todo lo contrario, y en copa “grappa” o vaso pequeño. ¡Nunca con hielo!
Es un digestivo de sobremesa que encaja a la perfección con postres tan deliciosos como el flan de café o queso. Si queremos darle un toque especial a esta combinación, podemos convertir el orujo en crema si lo mezclamos con leche, y si es de oveja latxa, la sobremesa está asegurada.
El Amaretto
El amaretto es un licor italiano añejo de sabor amargo que no puede faltar si de tiramisú va el asunto. La propia receta ya lleva tres cucharaditas de este licor, por lo que acompañarlo con una copita de esta delicia hará todavía más intensa la experiencia en boca. Un licor con diecisiete plantas aromáticas, entre ellas, la vainilla. Ya sabéis, tiramisú y amaretto, el tándem ganador.
El maridaje de bebidas y postres es una tendencia al alza en restaurantes y cafeterías. Un nuevo mundo de nuevas sensaciones y texturas se abre en el panorama gastronómico desde la llegada de la mixología o el arte de mezclar bebidas.
El maridaje de bebidas y postres es una tendencia al alza en restaurantes y cafeterías. Un nuevo mundo de nuevas sensaciones y texturas se abre en el panorama gastronómico desde la llegada de la mixología o el arte de mezclar bebidas.
¡Estamos listos para probar!