Una de las mejores maneras de adentrarse y conocer una de las esencias del Reyno de Navarra es deambulando por las calles de Pamplona, Estella o Tudela, llenas de encanto, historia y pinchos. Porque improvisar una ruta en torno a este manjar, que se degusta en pequeñas raciones, es una ceremonia donde compartir, dialogar y disfrutar con el paladar se convierte en una tradición que no puede faltar en esta tierra de abundancia gastronómica.
En Goshua, donde elaboramos con mimo y pasión nuestros postres y yogures, sabemos que la calidad de los ingredientes es clave. Por eso, hoy te invitamos a un viaje delicioso.
Arrancamos nuestra ruta gastronómica por Pamplona. Sus calles llenas de vida, el gentío del Casco Viejo y las calles de San Nicolás, San Gregorio y Estafeta son paradas obligadas en este templo del buen comer.
¿Clásicos o modernos? Porque los pinchos han evolucionado mucho en los últimos años con la cocina de vanguardia y la tecnología; aquí la creatividad no tiene límites. Y es que, muchos chefs navarros han elevado el pincho a la categoría de arte.
En esta ruta vas a encontrar desde los clásicos de tortilla de patatas, pimientos del piquillo rellenos o “El Moscovita”, un frito de huevo, jamón serrano y queso, hasta algunos de lo más selecto como el de erizo relleno con txapela de algas marinas, crocanti de morcilla con foie o solomillo con crema de oca y salsa de uvas al Oporto. Eso sí, siempre hay que acompañarlos de un vermú, una caña fresquita o un vino de la tierra.
De bar en bar por Iruña
La mejor manera de recorrer el Casco Viejo de Iruña es, sin duda, de bar en bar. Aquí los pinchos son una institución: importa el tamaño, la calidad, la frescura y el producto de la tierra.
Los alrededores de la Plaza del Castillo y las calles Estafeta, San Nicolás, Mercaderes o Comedias son las más concurridas por los amantes de estas delicatessen.
Os dejamos 5 paradas que no os podéis perder.
La cocina Vasca | Calle San Nicolás 13
Si buscamos tradición y calidad este bar restaurante ofrece comida casera y tradicional. Entre los pinchos favoritos del público: el Aurelio, que es un frito de queso brie y jamón ibérico, la croqueta de mejillón y curry rojo o el pincho de risotto de hongos y confit de pato.
Baserriberri | Calle San Nicolás 32
Seguimos en la misma calle para dar un salto a la cocina vanguardista, no esperes encontrar algo convencional, ¡todo lo que te ofrecen provoca el WOW! instantáneamente. Su famosa Boomveja, un pan de leche de oveja ahumada con lactonesa trufada y cordero estilo thai, ganó el primer premio de la Semana del Pincho de Navarra. La croqueta de pulpo e ibérico, o su sandwich de rabo de toro al kalimotxo, chutney agripicante flambeado con absenta son un must have que no te puedes perder.
Vermutería Río | Calle San Nicolás 15
Para los amantes de las frituras y el buen vermú, este enclave lleva más de 60 años haciendo fritos. ¿Y cuál es su pincho estrella? El famoso Frito de huevo. Consiste en medio huevo cocido, envuelto en suave bechamel, y cubierto por una crujiente tempura. Tiene tanto éxito que hasta han instalado un contador para saber cuántos se piden al día.
Bodegón Sarría | Calle de la Estafeta 50
Si eres amante de los ibéricos, esta parada es indispensable. A varios metros de su entrada ya se percibe el aroma a jamón. El pincho Escombro es la joya de la corona del Bodegón, con más de treinta años de historia ya es un clásico de la ruta. Se trata de un panecillo relleno de virutas tostadas de jamón y chorizo que saben a gloria.
Bar Gaucho | Calle Espoz y Mina, 7
La cocina en miniatura tiene al Bar Gaucho como uno de sus máximos exponentes. Forma parte, además, de la Guía Michelín y dispone de un Sol Repsol. Imperdible su vasito de huevo trufado, el crocanti de morcilla con foie o el caramelo crujiente de espinacas y gambas.
Y fuera de la capital, si nos adentramos en Tierra Estella, o en La Ribera, encontramos tesoros donde también los pinchos tienen su trono. En Estella, el Florida, o Casa Carmen no te van a defraudar. En Tudela encontrarás gran variedad de pinchos elaborados con verduras de temporada: alcachofas, espárragos o borrajas. El Moncayo, José Luis o L&Elle son bares donde recrearse con sus pequeños manjares.
El éxito de los pinchos navarros reside en la calidad de los ingredientes y el ritual de compartirlos. Cada bocado es un reflejo del cuidado que se pone en la selección del producto local, desde la cuajada de oveja latxa, hasta las verduras de la huerta En Goshua, compartimos esta filosofía. Creemos que la autenticidad y el sabor único provienen de la materia prima, de un proceso artesanal y de la pasión por lo que hacemos.
Así que la próxima vez que visites Navarra, olvídate del reloj y disfruta con el paladar de los sabores de este Reyno mágico.